Accesibilidad e inclusividad

Cuestión de pensamiento

Hacer accesibles nuestros diseños, allana el camino hacia una mejor inclusividad a la vez que aporta experiencias enriquecedoras a sus usuarios. Es algo tan simple como dar un paso más allá del pensamiento exclusivo en las necesidades y habilidades generales.

El desafío de llegar a todos

Cuando diseñamos una aplicación, queremos que sea tan intuitiva que cualquiera pueda usarla. Pero, ¿a quién nos referimos cuando decimos “cualquiera”.

Pensar en todos es pensar mejor

Un buen diseño puede ser utilizado por usuarios de todas las edades y habilidades técnicas, sin embargo en muchas ocasiones los diseñadores pasamos por alto las necesidades particulares de aquellas personas cuyas condiciones físicas, mentales o ambientales limitan su desempeño. Buen ejemplo de ello es el daltonismo, una alteración visual que afecta aproximadamente a 1 de cada 12 hombres (8%) y 1 de cada 200 mujeres (0,5%) en el mundo. Mientras que el pensamiento inclusivo utilizaría paletas de colores con un fuerte contraste para facilitar la visión de este colectivo, el exclusivo apelaría al falso mito de la perdida de calidad del diseño accesible.

No valen escusas

Puede parecer algo sencillo, pero en realidad es algo bastante complicado. Muchos diseñadores empatizamos con grupos de personas para comprender las necesidades de los usuarios durante el proceso de diseño, pero pocos exploramos colectivos con capacidades diferentes, aún siendo conscientes de que factores como la edad o el deterioro de las habilidades físicas y mentales alteran las experiencias de cada individuo, obligándole a usar alternativas adaptativas que debemos considerar para su mejorar su experiencia.

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